El Reiki (Energía Universal) es un medio neutral de sanación. Proporciona vitalidad y restablece cualquier desequilibrio energético, además de tener un efecto muy relajante. Es una energía sutil, por tanto, trabaja durante el tratamiento y días después.

Es compatible y complementario a cualquier otro tipo de tratamiento médico, disminuyendo los efectos secundarios, reduciendo el dolor y acelerando el proceso de curación. De hecho, el Reiki se utiliza de forma oficial en Unidades de Oncología, de Quimioterapia y del Dolor.
Está contraindicado en personas con marcapasos, roturas de huesos, fracturas abiertas y durante intervenciones quirúrgicas.
En la sesiones el paciente se tumba vestido en la camilla, sin zapatos, reloj u objetos que le puedan molestar.
La sala de Reiki está acondicionada con música relajante y luz tenue. El terapeuta le ofrece al paciente taparle con una manta liviana y le invita a relajarse cerrando los ojos y recibir energía durante 50 minutos aproximadamente.
Es recomendable ser constante y tener una frecuencia semanal.
Los cinco principios de Reiki son:- Sólo por hoy, no me enfadaré.- Sólo por hoy, no me preocuparé.- Sólo por hoy, seré agradecido.- Sólo por hoy, trabajaré honestamente.- Sólo por hoy, seré amable con todos los seres vivos.